El silencio
construido a
base de ruido blanco,
respiración
escueta
y viento de
poniente.
De ausencia,
de latencia,
de posibilidades.
De pequeños grumos de realidad.
El silencio
de color azul,
gris y naranja,
fértil y húmedo
como el limo en
un estuario,
esperando para
germinar
y ser, al fin,
voz y verso.