No queda otra
que admitirlo:
Soy imbécil
plenipotenciario.
Aunque sea por
solidaridad gregaria:
Soy imbécil por
resonancia,
por acoplamiento
de marea.
Soy imbécil
nivel suicida
y mi imbecilidad
vibra acompasada
con miles de
compatriotas que,
así mismo se
refocilan
en nuestra mutua
estulticia.
Y que azul y
hermoso se ve el cielo
desde las
profundidades de este pozo,
y que poco
consuelo da.