HOGAR.

La cobardía última
que sea dormir acurrucado
como un feto ignorante
en tu regazo,
a salvo de males ficticios.
Coleccionando esperas
de alegrías por llegar
y tratando de no claudicar
ante la legión de minucias
y tristezas recurrentes
que me recuerdan
aquello que sóy.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.