Que lejos me queda abril,
detrás de nubes, frío y mantas.
Voy a necesitar tu ayuda
para llegar hasta allí
atravesando la tierra
de las cien noches
mientras me guias,
tan ciega como yó,
pero con el aplomo
que te da el haber estado antes allí.
Yo voy, pero tú estás de vuelta.