¿Cómo pueden doler tanto
las ausencias?
¿Cómo puedo añorar tanto
mis fracasos?
Echo de menos
labios, sal, almizcle
y saliva.
Y amanecer enredados
y anochecer ebrios
de sol y abrazos.
Extraño tanto
sentirme necesitado
sin sentirme necesario…
Se me cierra la noche
y siento envidia temprana
de cuerpos jóvenes
y mentes libres y sin miedo
a futuros lejanos,
con ansias de vida y entrega.
Abarcando océanos, mundos, amores…
Pero tras cada esquina
sólo estoy yo