Hoy quería escribir
versos inspirados y duraderos,
pero solo soy capaz
de hozar en lo pretencioso
de palabras que son
más grandes que mis espaldas,
cantante de verbenas
que perpetra versiones
más o menos infames
de viejos éxitos ajenos,
sin técnica ni facultades,
pero con entusiasmo,
vejando lirismos prestados
desde mi atrevida ignorancia.
Feliz e irresponsable
del lastre que suelto
con alivio onanista
y dispuesto a dar,
sin el menor rubor,
un bis nunca solicitado.