Publicado originalmente el 3 de febrero de 2009:
A veces me siento como un mimo apolillado esperando que llegue aquello que dictan mis deseos, una caricia, un amor, un susurro, un viento que le levante las faldas a la realidad y la haga sonrojar…
Y cuando me veo así sonrío feliz de ver que aún tengo esperanzas, a pesar de que la realidad es una vieja comedianta cínica, y que en su cara el único rubor posible es el falso del maquillaje.
Pero nunca dejo que el realismo me arruine un bonito sueño.