Soliloquio asténico

Publicado originalment el 27 de noviembre de 2008:

Hoy es un día de esos en los que el mundo intenta abrumarme.
Decir que estoy abúlico sería darle más categoría de la que realmente tiene. Es más bien una sensación de pereza triste, acuosa. Es miel en invierno. Es desgana sin resolver. Los últimos días pasan de largo veloces pero dejando poso áspero. Me descubro con pensamientos y acciones pueriles, de niño cargante y vengativo. No estoy satisfecho de mí mismo y ocasionalmente me descargo de formas estúpidamente viles, de una vileza zafia, como de quiero y no puedo, burda y sin pulir. Quisiera estar por encima de esto pero me doy cuenta de que sería pecar de soberbia.
La rutina me está dando alcance y estoy dejando de correr, como dándome por vencido.
Ya lo dije en otro post, hay que ver lo que cuesta caminar con los zapatos de otro, sobre todo cuando ese otro es la persona que yo quisiera llegar a ser.
Quiero pensar que no he puesto mis expectativas demasiado altas, sino que esto es producto del cansancio y del otoño que ya se despeña hacia el invierno. Esto último no es mas que una excusa, poética, eso sí, pero ya dije el primer día que soy un poco cursi.
Como dijo el sabio: “Esto también pasará”.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.