La hora del paseo.

Esta calle es un rio
capturado en piedra y acero,
una rebanada de tiempo
que fluye hacia un lugar
que no conoces
aunque parezca obvio,
una instantánea
de vidas que se anudan,
sensualmente desconocidas
con encuentros fugaces
inmóviles en ritmos circadianos.
Su agua es la historia
de los transeuntes,
habituales o esporádicos
que recortan sombras
en las orillas de sus paredes,
maravillándome
con su lirismo dinámico.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.